22.7.08
LO SIENTO, COMPADRE, LA SUERTE ES MIA
Un bolsero se llevo sin avisar el boleto de Kino de su amigo antes del sorteo. Después apareció millonario y campante posando para la foto con la familia. La justicia chilena siempre ocupada de temas importantes para el país, ha tomado el caso.
Desde el punto de vista jurídico el asunto no deja de ser apasionante. Si se mira fríamente, el amigo bolsero solo saco un papel que cuesta 700 pesos. Pero también le quito a su amigo un futuro posible, un destino de Pamela Diaz y diosas del caño, unos cuantos Audi y casa al contado. ¿ Era conciente de lo que se llevaba ? ¿ Vale lo probable lo mismo que lo probado ? ¿ Podría yo demandar a todos los tipos que se han acostado con mis probables novias, que han escrito los libros que yo podría haber escrito ? ¿ Puedo querellar a mi madre por no haberme tenido con un gigante rubio y tonto que me hubiese dejado a mi igual ? ¿ Puedo pedir a Dios que me indemnice por haberme hecho nacer chileno a finales del siglo 20 y no argentino en los años veinte ?
Los boletos de lotería pueden ser de uno o de otro. Pero ¿ de quien es la suerte ? Puede que los números no se hubiesen dignado a alinearse si el dueño del boleto lo hubiese conservado. Quizás el bolsero no tenia otra intención que salvar a su compadre de una decepción mas. Quizás eso es lo que la diosa fortuna premio: la buena acción de salvar a su amigo de una nueva derrota. Cuando se trata de suerte y destino todo se vuelve probable, raro, impredecible. A esa incerteza terrible y apasionante se enfrentan jueces, fiscales, inculpados y publico en general.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario