14.9.05
LA TV MERECE SU MUSEO
Veía "Rojo Vip" y de pronto apareció Don Francisco: el omnipresente patriarca de la tele chilensis. Más ahora que, con toda justicia, se le rinde homenaje a esa prolífica y hoy arrugada generación de cantantes de los 80. Unas insólitas palabras de Mario me quedaron dando vueltas. Don Francis dijo que Chile necesita urgente un Museo de la Televisión. Dijo que nuestra industria (la industria televisiva, su industria televisiva) ya está lo suficientemente madura como para inaugurar un moderno museo que dé cuenta de los avatares del hasta hoy disperso limbo catódico.
Don Francis, una vez más, está en lo correcto. Y la profecía, especialmente ahora que es el recuerdo lo que vende, no debiera quedar en el aire Las autoridades deberían tomar cartas en el asunto. Y, no sé, lanzarse a construir el nuevo MIM de la tele: un museo choro, loco, interactivo, en el que estén de partida todas las cosas que alguna vez atesoró el propio Don Francis en Estudio Gigante, ese restaurante hoy en ruinas donde los comensales podían regocijarse con las chaquetas más guarras de Enrique Maluenda y los zapatos de Cecilia Bolocco cuando fue elegida Miss Universo. La lista de cachivaches es interminable. Claro que la gran pregunta es si aún existen. ¿Dónde está el cuático sillón que usó Raúl Alcaíno cuando La Red aún era chori, Alcaíno era chori y Sergio Melnick se consideraba un profeta? ¿Dónde está el sillón parlante de "ENETV"? ¿Dónde está el buzón de Florcita Motuda? ¿Las lentejuelas de Cristina Tocco? ¿La silla de ruedas en la que Kenita Larraín regresó al país ? ¿Los lentes con nariz del mago Larraín? ¿La peineta de Kike Morandé? ¿Los primeros parches de pirata que usó Pavlovic en el Medio Oriente? ¿Los secadores de pelo de Cecilia Serrano? ¿La cueva del conejo TV? ¿Los monitos animados comunistas de la época de la UP? ¿Los pantalones de Mandolino? ¿El puntero meteorológico de Willy Duarte? ¿El helicóptero de Sergio Nuño? ¿Las Subaru Legacy de "Al sur del mundo"? ¿Eran canje o no? ¿Dónde están los gruesos lentes de Pedro Carcuro? ¿Dónde está Helmy, la planta caníbal parlante del Pollo Valdivia? ¿Los dientes de leche de Claudia Conserva? ¿La botella del Pepsi Challenge de Katherine Salosny? ¿Los trajes de "Motín a bordo"? ¿Los calzones de Raquel Argandoña en "La Quintrala"? ¿Los colaless de las chicas que han sudado en "Mekano"? ¿Quién guarda la lencería de Marlen Ordinarí? ¿Las corbatas de Paulsen? ¿Las chaquetas de Amaro? ¿Las plumas de Guru Guru? ¿El magnetoscopio de Rodolfo Roth? ¿Los lentes pernos de Jorge Aedo? ¿Los libros que recomienda Alejandro Guillier? ¿Los gomeros de Chilevisión? ¿Dónde está Chilevisión? ¿Dónde están las joyas de Pamela? ¿La jaula de acrílico y las cadenas del Mago Oli? ¿Dónde? ¿No necesitamos también un Museo de Cera? ¿100% televisivo? Es verdad: la televisión penetra. Partiendo por las personas. Pero también por las cosas.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario