22.9.06
TOBY CRESSWELL ELIGE (O cómo diablos hacer un playlist y dónde escucharlo)
Hace unos días intenté comprar un MP3 Iriver h10, con audífonos Sennheiser PX100, pero fue imposible. Y, ya cansado de ir de una tienda a otra, finalmente opté por un IPod negro, tan delgado como mi billetera. Y mi conciencia. Cada vez más oscura y flaca. Too light. Too slim.
¿Muy tarde?
Sin duda. Siempre llego tarde a todo. Y ésta, seguro, no será la última vez.
Es el síndrome del "¿Qué diablos es lo que hay que tener?" Cosa que en el universo de la música no tiene UNA respuesta. Más cuando sabes que, esta Navidad, Microsoft atacará con su hiperdestructivo Zune. Y, aún peor, ya está aquí el sorprendente MG-1000 con WiFi integrado; uns verdadera joyita que, tal como ocurre entre delfines, permite intercambiar música con los amigos sin pasar por el computador: on, briiippp, briiippp, end. Wow.
Seré sincero. Nunca he comprado la onda IPod. Nunca he creído en el cool & fresh. Y mucho menos en que haya que tener ruedita clic & touch para estar en la onda. En el fondo es una estupidez: tanto como ir al Liguria para sentirte bohemio. Cuento aparte es que la tecnología ahora sí que nos ha superado. Y así las cosas ¿qué importa qué MP3 tienes si no sabes qué es comprimir en Vorbis, usar Overnet o saltarse los discos con DRM?
El cuento es simple. Un amigo me dijo que me dejara de tonteras y que me comprara un IPod. "¿Qué hay de malo?", dijo. "Da lo mismo el MP3. Lo que vale son las canciones que tienes en él".
En resumen, no sólo salí de la tienda con el maldito IPod, sino que, además, poco después me hice del best-seller musical del año: 1001 canciones. Los grandes temas de todos los tiempos, secretos e historias detrás de ellos. Un gigantesco mamotreto editado por Toby Cresweel, un periodista australiano que llegó a la conclusión (sincronía) de que da lo mismo qué MP3 tienes. Lo que vale es qué pones en él.
Cresweel, otro del club yo-también-tengo-un-IPod mira-toda-la-onda-que-tengo, dice que los herederos de Jobs hicieron del álbum una redundancia. Y, por lo mismo, se embarcó en la titánica tarea de repasar cincuenta años de música, editando tras ello una gruesa enciclopedia, repleta de anécdotas, en la que se supone está "todo lo que hay que tener": el playlist ideal. Una versión extendida de los clásicos 5 mejores de Nick Hornby en "Alta Fidelidad". Por lo mismo, ahí está desde "Blowing in the wind", de Bob Dylan hasta, no sé, "Highway to hell" de AC/DC. Sin olvidar "Rocket 88", de Ike Turned, según Cresweel el tema que inicia el uso de la distorsión en el rock.
¿Será?
Fácil es dudar de Cresweel, más cuando te enteras que, el grupo que más canciones aporta al experimento son los Beatles, con treinta temas. Bastante lejos de Presley que sólo pone diez. Mmm.
Rayos. Primer dolor de cabeza: elegir el MP3, después la carcasa de goma, luego el cable para el amplificador y finalmente la banda para ponértelo en el brazo e ir por la ciudad con tu musica favorita.
Segundo dolor de cabeza: qué va y qué no. ¿Todo el pasado? ¿O el futuro? ¿Lo que ya escuchaste? ¿O lo que aún no conoces? Cresweel, obviamente, opta por lo primero:
"una canción - dice él- es un punto en la historia que se va con el viento".
¿Qué haré yo? ¿Lo primero? ¿Lo segundo? ¿Un mix? Ni idea.
Sé que es raro decirlo. Soy un abuelo y me he quedado en el tiempo. Pero - no es menor- mi IPod aún está virgen y ya es tiempo de comenzar. A mí también me caben 1001 canciones, pese a que ni siquiera sé cuál es la número 1. O tal vez sí: "Gracias a la vida", de Violeta Parra.
¿Muy mamón? Qué va. Es, al menos, la mejor canción chilena de toda la historia.
Toby Cresweel elige. Chile elige. Yo elijo.
¿Qué eliges tú?
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