2.11.05

CECILIA BOLOCCO




Cecilia Bolocco es una chica linda sin actitud. Una princesita de cristal encerrada en una burbuja que la aisla del contacto humano. Una chica triste, atrapada en la mirada ajena que le exige perfección.

Cecilia ha girado por todo el planeta, pero siempre en primera clase. Y eso la convierte en una chica de mundo sin mundo. Esa contradicción hace que su programa sea un fracaso. Porque Cecilia no sabe hablar con la gente. En pantalla no se ve humana. Ella está atrapada en Paulo Coelho y toda su buena onda artificial.

“Muchas cosas hay que aceptarlas tal como vienen porque no se pueden cambiar. Con la agresión, con gritar y tratar de armar escándalo, no sacamos absolutamente nada. Desgraciadamente en la vida, no hay que unirse a los demás para ser más fuertes” declaró el 87, a propósito de una protesta universitaria donde la estudiante de piano María Paz Santibáñez, fue baleada en la cabeza.

Quizás por eso Cecilia se fijó en adictos al poder como Carlos Menem y Kike Morandé (en la última revista “Caras”, Kike dice que hay que ser “dictador” para tener éxito).

Su audiencia actual, es la misma que se encierra frente a las pantallas, atrapada por el miedo a la delincuencia que nos devora.

Y si su triunfo fue el primer logro nacional a nivel mundial, éste se debió más a una azarosa combinación genética que a un logro personal, a diferencia del Chino Ríos, González y Massú.

El mejor momento de su actual programa es cuando llora, se queja y se confiesa. Cuando se muestra humana y sus invitados terminan sacándole el rollo.

Hoy Cecilia ventila su vida buscando un punto de rating. Mejor hubiese sido que la siguieran con cámaras; haber convertido su estelar en un reality sobre la vida de una “rubia de adentro”. Ahí de seguro, no hubiésemos cambiando de canal.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y a quién le importa?
Que superficial...