7.4.06

RENE DE LAVEGA, MI IDOLO KITSCH



Desde esta tribuna virtual, quiero hacer un gran homenaje, a uno de los personajes más incomprendidos de nuestra farandulilla criolla.

Se trata del desaparecido cantante René de la Vega: seguí atentamente su breve pero intensa carrera artística desde sus inicios, como el doble chileno de Elvis Presley (lo hacía muy bien); su incursión como modelo, para solventar los gastos de sus presentacíones; su autopromoción, haciendo caso omiso a los habituales agoreros y chaqueteros; el admirable trabajo, casi artesanal, que hacía su familia para apoyarlo (su padre era su manager, su madre le confeccionaba su vestimenta y sus hermanas le hacían los coros). Para que decir los incontables métodos que usó para causar cierto impacto ante los medios, como el extraño booggie con cuernos de toro que estacionaba fuera de sus presentacíones, donde uno podía dejarle cartas, o aquella mítica micro que lo llevaba a sus shows (en liceos femeninos, principalmente) y que tenía pintado al costado,"René de la Vega, irá a tu colegio".

Era costumbre verlo estacionado frente a la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile ( el porqué ahí, no lo sé ).

Cuenta la leyenda que cuando un importante artista canceló su presentación en la noche final del Festival de la Canción de Viña del Mar, De la Vega y su padre-manager, se paseaban por el Hotel O'Higgins, esperando que la organización del certamen lo llamara para actuar la noche de clausura.

Lo cierto, es que al único medio masivo al que tuvo acceso fue una presentación en el desaparecido estelar conducido por Pedro Carcuro, "De Pé a Pá", donde tuvo un exito relativo.

Especial mención merecen los videos musicales de sus hits, "Chica Rica" con su efectos especiales tipo "croma key" o "Bang, Bang" con una ingeniosa historia de comics, ambos hechos de una forma bastante rudimentaria. Sin el apoyo publicitario y monetario de un sello discográfico, lanzó de forma independiente su producción, la que tuvo escasa recepción por parte del público.

Al final, hastiado de la mofa que los medios hacían de su persona y del escaso exito comercial obtenido, decidió alejarse definitivamente de los escenarios.

Desde mi punto de vista, René tuvo la admirable fuerza de intentar llevar adelante su sueño de ser un reconocido como cantante y artista. Sin ayuda de nadie, más que el apoyo incondicional de su familia, intentó abrirse paso dentro del ambiente artístico, pero éste lo rechazó de plano, y lo relegó a la categoría de un cantante "one hit" .

Por eso, hoy lo reivindico, por el gran aporte que le hizo a la cultura kitsch de nuestro país, porque va a ser en esa categoría como va a ser recordado para la posteridad, y tal como hoy, han vuelto al escenario, con rotundo éxito, personajes como Ramón Farias, Pepito TV o la tía Pucherito, no me extrañaría que en años más, vuelva en gloria y majestad al plató, tal vez alcance el reconociemento y éxito que le ha sido esquivo: él es mi idolo kitsch.

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