30.4.06

CIEN AMIGOS



Iba por Vicuña Mackenna, en la 372. cuando, a la altura de Departamental, observé un cartel de Pall Mall que prometía lo que según ellos es una tremenda promoción:

ganar, tras dar con el vale premiado, una inolvidable fiesta para cien amigos: tus cien mejores amigos.

¡Cien! ¡No diez, ni cincuenta, sino que cien queridos y entrañables amigos!

Wow. Una barbaridad. Y, claro, de inmediato uno se pregunta: Chuta. ¿Y si ganas? ¿De dónde diablos sacas cien amigos?

Seguí mi trayecto en la 372, mientras el hit de Roberto Carlos no cesaba de dar vueltas en la cassetera mental:

yo sólo quiero mirar los campos/yo sólo quiero cantar mi canto/pero no quiero cantar solito/yo quiero un coro de pajaritos/bla, bla.

Y, cómo no, a la tercera o cuarta pasada, recordé la entrevista de Juan Pablo Meneses a una mujer que - en un block de Departamental- formó hace algunos años un ambicioso club cuyo único objetivo era tener un millón de amigos; aventura que fracasó dos, tres meses después, cuando la mujer se dio cuenta de que todos los inscritos no eran más que "unos imbéciles/hijos de puta". Textual.

Amigos, amigos... Amigas y amigos, como decía Raúl Alcaíno... Como dice ahora Michelle Bachelet... Los medios y los amigos.

Uno en los medios. Y los amigos.

Pilar Cox, ¿tuvo alguna vez cien amigos? ¿Tuvo alguna vez un amigo? ¿Cuántos amigos es lo recomendable? ¿Pueden llegar a ser amigos los nuevos mejores amigos? ¿Para qué sirven los amigos?

No tienes por qué responder ahora. Piénsalo, con calma. No olvides, eso sí, que en diez, quince años más, cuando graben tu biografía o escriban tu obituario (se publique o no) los van a llamar a todos.

¿A quiénes? ¡Pues a tus amigos!

¡Qué horror! "¿Jorge Eduardo? Jorge Eduardo era un loco, un loco amoroso", dirá Cecilia Rojas,mi mejor amiga. "Jorge Eduardo era super caballero", dirá Patty Acuña.

¿Y? Y nada. ¿Acaso no será bueno esforzarse y tener, día a día, menos amigos?

Miren a Felipe Avello: no tiene amigos. Y, aparte de Leo Caprile, es el único que de verdad tiene futuro en Chilevisión.

Reconózcanlo. ¿A qué va Francisco Vidal a TVN? ¿A conocer nuevos amigos para después hacer un asado junto a la piscina? Es verdad: el verdadero poder no tiene amigos.

La cosa es simple. A estas alturas, uno no gana amigos. Con suerte conservas los que tienes. Hay excepciones, claro, pero lo que hay es lo que hay. Sin ir mas lejos en el verano pasado conoci a Adriana y cuando ingenuamente pensaba que podria sumarla a mi lista de amigas me salio con que ella ya tenia sus amigos y no tenia tiempo para otro mas.

¿Y qué? ¿Tienes que sentirte mal por eso? Hace poco estuve de cumpleaños y saqué la cuenta. No tengo más de quince amigos. Y estoy casi seguro de que antes tenía más.

¿Debo sentirme mal por eso? ¿Soy anormal? Bueno...

Un dato: 20, 30 años atrás, mi libro favorito era "Cómo ganar amigos e influir en las personas" de Dale Carnegie. No miento si digo que leí ese libro diez veces o más. Tanto que recuerdo perfectamente algunas leyes para tener amigos.

1: no critique, no condene, ni se queje.

4: anime a los demás a que hablen de sí mismos.

5: recuerde que para toda persona, su nombre es el sonido más dulce e importante en cualquier idioma.

Carnegie, sin saberlo, sentó las bases de la "opinión pública". Claro que, ingenuamente (eran otros tiempos), Dale pensaba que mientras más amigos tuviera una persona más popular sería. Pero ya no es así.

¿No sabes lo que es FriendScout24.com? Tanto mejor.

¿No tienes blog? Punto a tu favor.

¿No contestas los mails? Dos puntos.

¿No sabes lo que es el chat? Mejor. No olvides que uno de los peores virus es Samy, un gusano que come la memoria de quienes coleccionan amigos virtuales: el nuevo gran peligro.

Cien amigos ¡Cien amigos! ¿Para qué? ¿Para perderlos como si estuvieras en un club de parapente?

Piensa en un nuevo amigo: ¿tú lo escogiste o acaso él te escogió a ti?

Es verdad. Es tiempo de comenzar a sospechar. En una cosa Dale Carnegie tenía razón. Regla diez o quince, no me acuerdo: haz que los demás piensen como tú. Y si no es tu amigo, tanto mejor.

Así o así las fiestas chiquititas son más entretenidas. ¿No?

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