LADO B

Hay cosas que me ponen de malas pulgas. Y me cuesta manejar esas situaciones incomodas, absurdas, silenciosas: en las que no se dice lo evidente, en las que hacerse el loco predomina, despertando mi total intolerancia. No tolero la incapacidad de hacer frente a ciertas situaciones y salir por la puerta de atrás cuando para entrar se usó de la del frente.

Situaciones en las que uno se ve involucrado por razones que van mas allá de las mismas circunstancias. Involucrado por motivos que de algún modo hacen que esas actitudes corrosivas no sean ofensas (las cuales pueden rechazarse al no atender a ellas) si no que se constituyen en daño.

Mi lado B es agresivo, malhumorado, descortes, duro, implacable, insoportable.

Carece de la dulzura y cariño desbordante de mi Lado A.

Suelo ser ferozmente pesado, suelo derramar mi mala leche sin piedad ni consideración.

Es parte del paquete de este hombre terriblemente sensible, dulce y honesto acostumbrado a ir a la defensiva.

Y es que hay ciertas cosas que me impactan profundamente, que me duelen y frente a eso reacciono: casi siempre de mala manera, a modo de defensa frente a agresiones reales o imaginarias.

Llevo años intentando infatigablemente de cambiar esta conducta, pero hay momentos en los cuales se activa en mi el instinto de “lucha o huye”.

Generalmente lucho, destrozando todo cuanto pueda a mi alrededor: después viene la inexorable sacada de cuentas, evaluación de perdidas y generalmente ofrezco mis disculpas mas sinceras frente al hecho de que se me pasa la mano.

Otras veces huyo, cuando el daño causado es mas grande de lo que soy capaz de recibir, entonces me repliego y desparezco como el sol en un día nublado.

Justificar mi lado B, a veces hace que me asuma demasiado en mis defectos, haciéndolos tan propios que con el tiempo cuesta deshacerse de ellos.

Mientras mas claro tengo mis fallas, voy apropiándome de ellas, haciéndolas tan mías que se instalan con fuerza en mi y arraigándose como mis virtudes, resultando una empresa difícil soltarlas.

No es un camino fácil decidir como uno se construye y crece: que cosas dejas y con que te quedas.

Mi historia ha sido compleja y complicada, lo que deviene en este Lado B realmente insoportable.

Me ha sido difícil crecer. Ha sido duro cada vez que me miro en el espejo y me veo sin mascaras ni justificaciones absurdas.

Se que me tomará tiempo convertirme en ese que estoy determinado a ser.

Mi pasión y mi razón aun están librando batallas para llevarme a ese destino que he elegido para mi.

Se que me será difícil apaciguar la ira que me lleva al blackout, domesticar mi carácter y suavizar mi devastador lado B que generalmente me destroza mas a mi que al resto.

Estoy claro acerca de donde vengo y a donde voy, con que cuento para lograrlo. Al menos ya está delineado el camino que he de seguir para conseguir, de una vez por todas, ser feliz con los resultados de mi esfuerzo y voluntad, sin reprocharme por las cuentas que me quedan sin saldar. Y si bien es cierto que no soy facil de entender, que no es fácil estar cerca de mi cuando desato tormentas, estoy a medio camino de conseguir mi propósito.

A causa de este Lado B irascible y desmedido es que quiero agradecer a mis compañeros y amigas, a mis amigos, a mi familia y a todos quienes me quieren asi como soy.

Agradezco cada nueva oportunidad de dejarme en libertad de cumplir lo que me he prometido a mi mismo: ser lo mejor que pueda llegar a ser.