16.6.05

CUIDATE




Si en el amor te gusta ser independiente

y vas cambiando de pareja fácilmente,

si como un pájaro picas constantemente,

te recomiendo que al volar seas prudente.

Ni con la suerte ni con la fe,

ni con rezarle a San Jose,

ponte nomás lo que hay que poner... cuídate.

Si en el amor te gusta estar comprometido,

si hasta las manos con tu novia te has metido,

llevale flores y bombones y vestidos

y no te olvides de llevar preservativos.

Sano y tranquilo hasta el altar,

bien prevenido vas a llegar

y ella contigo a salvo estará... cuídala.

Cuídate, cuídala,

mejor es prevenir que llorar.

Cuídate, cuídala,

que en estos tiempos lo que mata no es la humedad.

Si en el amor el diablo ya metió el tridente,

hay que enfrentarlo y hay que armarse hasta los dientes,

no creas que estos son asuntos de otra gente,

puede pasarte a ti y a quien tienes enfrente.

Ni con la suerte ni con la fe,

ni con plumitas de caburé,

ponte nomás lo que hay que poner... cuídate.

Nora que anda con Manuel que anda con Claudia

que anda con Carlos que a la vez anda con varias,

van a pasarla de manera extraordinaria

solo si toman las medidas necesarias.

Muchos amores pueden llegar,

no los debemos desperdiciar,

pero la vida es una nomás... cuídala.

Cuídate, cuídala,

10.6.05

YO, OPINO - LOGO





Señoras y Señores:

Yo opino, que se gasta mucho papel en portadas sensacionalistas que hablan de la farándula, siendo que la farándula al parecer sólo tiene pasados oscuros, golpean a sus novias, son infieles, arrogantes, ordinarios, fascistas, comunistas, tontos, afeminados, ignorantes, mujeriegos, gordos, envidiosos, gay, ladrones o proxenetas, o sea, no son ejemplo para nadie, todo lo contrario.

Yo opino, que la farándula no tiene la culpa de que en Chile los medios de comunicación sean como buitres y destripen a los “personajes del momento” para entretener a la gente en un afán cercano al circo romano.

Yo opino, que los medios de comunicación no tienen la culpa de que la gente quiera enterarse de las intimidades de personas que jamás verán, a menos que se crucen con ellos por la calle y por un par de segundos.

Yo opino, que no tiene sentido tratar de saber de dónde viene tal chica rubia y si fue puta, sobretodo si no implica que por saber eso va a mejorar mi vida.

Yo opino, que nos estamos sedando a nosotros mismos y en vez de preocuparnos de nuestra individualización e individuación nos concentramos en el traspié que hará caer a algún “famosillo”.

Yo opino, que es rasca denominarse opinólogo.

Yo opino, que a Patricia Maldonado, a Ítalo Passalacqua y otros, los vengo escuchando desde que tengo memoria, que a mi edad ya es mucha, y por tanto falta una fuerte generación de recambio.

Yo opino, que la nueva generación que transforme la mirada de los medios está por venir, que está latente pero germinará en un par de años y los viejos rostros que se mantienen en la nueva TV serán parte de documentales o invitados de piedra a los estelares del futuro.

Yo opino, que la credibilidad de lo que uno haga no requiere previa aprobación de los medios, a menos que los medios entiendan el por qué de lo que estás haciendo.

Yo opino, que hay revistas, programas de TV y de radio que buscan esta Revolución de los “jóvenes locos”, pero que entre tanta querella por injurias, fiestitas degeneradas y secretas, amores rotos y amantes nuevas, la real intención se opaca.

Yo opino, que los kilométricos seguimientos de la vida de tal y cual se deben entender como una humorada.

Yo opino, que perder parte de tu intimidad es perder parte de tu libertad, por lo que quienes nos enteramos de los “chismes” ojalá nunca pensemos que es cool estar en portada con un titular que diga, por ejemplo: (insertar tu nombre) CREE QUE EL SEXO CON ANIMALES ES SANO”.

Yo opino, que somos un país de gente inteligente y creativa, de jóvenes con aspiraciones, que Mekano no tiene la culpa de ser culpable del interés de la prensa en sus descarriadas relaciones amorosas y que, aunque seas seguidor del programa, aún puedes leer un libro, juntarte con tus amigos y hablar de cosas que estén lejos de la patética sobreexpuesta vida de otros, o más simple aún, yo creo que puedes tranquilamente cambiar de canal. O, por último, apagar la TV de un clic.

6.6.05

René de la Vega



Quién iba a pensar que el tipo ese del tema cuático, de la chica rica y los monitos animados en video clip alguna vez fuese a transformarse en criatura de culto. Nadie, seamos honestos. Y sin embargo, entre el bum bum pegajoso de la Natalia Oreiro y una ingenuidad musical fuera de toda discusión, el tipo este salió con su personaje y sus videos, campante, alegre y recordando una estética y unos tiempos donde todo era más lindo.

O sea, algo de Presley tiene. Eso es indiscutible. El problema es que, en estos tiempos, no estamos para Presley alguno. Son tiempos poco dulces, sin mucha esperanza y donde el chileno medio, más que soñar, aperra. Hay que tirar pa'delante como sea.

Y sin embargo, entre la nostalgia de tiempos mejores y de una infancia soñada (me imagino a los sociólogos debatiendo este creciente interés del chileno en los monitos animados de antaño) se desempolvó a una entidad que poco tiene de antigua y que sin embargo, en espíritu, evoca ese pasado juguetón y despreocupado del que todavía no piensa en que hay un mañana. De aquel que tiene amigos a concho y vive sin más preocupación que la prueba.

René de la Vega merece otra oportunidad. Merece más que 15 minutos de fama y no sólo porque fue injusto el trato recibido, sino porque de algún modo, tiene ese aire lúdico y liviano que tanta falta hace en estos tiempos.

Me pregunto si el tal César Guzman, el del estribillo electrónico que copia tan descaradamente al chi'bah, puta la wea, pero sin más creatividad que la del estribillo, con el tiempo logrará lo mismo.

1.6.05

MI BLOG


Me encantaría que me escribieran. A lo mejor tenemos intereses en común y no hay nada como el intercambio y saber los unos de los otros.

La definición del siglo XX fue la comunicación.

La del XXI está más allá de los medios de comunicación, está en el blog, en un contacto a nivel humano, donde el único requisito es la voluntad de comunicarse.

No deseo estar solo y voy a inaugurar mi blog con su índice respectivo: gustos, edad, intereses, pensamiento, datos y lo que me define en el espacio y el tiempo.

Quiero que otras personas me escriban, con toda libertad, para saber lo que creen de ustedes mismos, del mundo y también de mí.

Pienso lo siguiente:

(Plantar un árbol + Tener un hijo + Escribir un libro) = Tener un blog.

Apenas inaugure mi blog, para empezar a hablar, les descubriré mi zona oscura, pero no se asusten y después no se espanten. Les digo una cosa no más: en el siglo XVI me habrían quemado.

Me encantaría saber, por ejemplo, cuándo se iniciaron sexualmente.

Por favor, sin minucia, ahórrense los pelos, señales y detalles. Que sea sin ruidos ni basura, sólo las grandes ideas. En este campo es mejor la mentira, porque una mentira repetida siempre encuentra algo de verdad. En el colegio tuve un profesor de Educación Sexual que sólo los viernes por la noche, con pocos testigos y varias cervezas, revelaba su máxima en este terreno: "Miente, miente, que algo queda". Les confieso, entonces, que en Primero Medio tuve una profesora de Educación Física. Vino de Valdivia a hacer la práctica, a Santiago,una morena,pelo negro,largo, 90,60.120. me eximió. Punto. Me eligió de ayudante, experta en saltos ornamentales y con gran dominio del caballete y las argollas, maestra en la posición invertida y el torniquete, me enseñó lo de la esclusa de Lubeck y por intentar lo más difícil, la posición de la Dalia Azul, se me desgarró un gemelo.

Me gustaría saber cuándo se enamoraron, la primera vez. Por favor, en dos líneas. Tampoco se trata de aburrir.

Díganme lo que piensan de la felicidad, de don Luis Bossay y del mote con huesillos. Del amor de madre, de los libros que no han leído y de los celos. De si les gustan los políticos, el sushi y San Expedito. Quiero saber si encontraron el amor verdadero y si le temen a la muerte. Me interesa tanto la novedad.

Cuando inaugure mi blog, espero que me escriban para no sentirme solo en el mundo y para que no se cumpla la profecía de mi abuelo: "Jorge Eduardo, la culpa no es del mundo, la culpa es tuya".