24.10.08

45 MINUTOS DE SEXO



Una pareja fue sorprendida haciendo el amor en la azotea de un edificio. Escogieron el lugar mas inhóspito y mas visible para dar por comenzada la primavera. Aquí hay sin duda una muestra de espíritu de servicio publico: entregan sus cuerpos para divertir a la ciudadania. Si no, no se explica que hayan escogido la hora en que los oficinistas mas se aburren para librarse a sus vistosos embates.

A pesar de las apariencias, no se trataba de la filmacion del video clip de la famosa canción de Los Huasos Cochinos, "EL CHINITO TECHA CASAS". No se trataba de un acto de campaña municipal, aunque por lo que se puede ver la mujer en cuestión no es ninguna de las bellezas que compiten por ser alcaldesas y concejalas en el barrio oriente de Santiago. Yo hubiese votado a ojos cerrados por la que me hubiese entregado un techo para Chile. Sin fines de lucro ni finalidades políticas, esa pareja toco techo y llego a la cima. Logro otro record: durar 45 minutos en un acto que los chilenos solemos despachar en tres.

Todo el erotismo y la pornografía se basa en ver a otras parejas penetrarse. En el cine o en las fotos, eso vuelve loco de excitacion. Pero las veces que me ha tocado verlo en vivo lo único que me ha producido es una sonrisa de verguenza ajena, un poco de pudor y de piedad. El trasero al aire de los amigos y desconocidos siempre me recuerda el de los monos nalgas coloradas de los zoologicos.

Un orgasmo ajeno, en frio y sin ser parte del acto se parece demasiado a los síntomas del colon irritable.

5.10.08

HIP-HOPEROS CHILENOS: LOS AMOS DE LAS CALLES


Se viene la seguidilla de mega recitales, incluido, el 30 de octubre, el de 50 Cent: el señor del rap, del hip-hop, el artista delincuente que, ya en el colegio, traficaba armas de grueso calibre y drogas duras. El hombre —baleado 4, 5, 9 veces— cuya madre fue violada y quemada por los capos de la droga. El artista millonario, la estrella que se codea con Robert de Niro y Al Pacino, el negro del billete largo que en nuestro país presentará "Terminal on sight", su último trabajo. Toda una explosión en Chile. Porque desde hace años, con muchos watts, aunque sin la venia (y quizás respeto) de la media más correcta, el rap y el hip-hop de pronto se tomaron las radios más masivas, haciendo que los señores de la calle ya no sólo dominaran en la pobla, sino también en cualquier bar de Vitacura y La Dehesa. Y cómo no, si el cuico modernillo, el neo-cuico digamos, hoy no aspira a otra cosa que a ser un cuico flaite.

Pienso en el éxito de MDM, el trío de la periferia cool que vaya cómo arrasó cuando sumaron a Adrián, de Adrián y Los dados negros, a esa energética mezcla que suma cumbia, sound, rap y hip-hop. A ellos recién los conocí para este 18, cuando me los mostró el hijo de Don Víctor, un súper maestro que me ayuda a reparar cosas. Johnny, un chico de 18 años que también rapea y hace hip-hop, me dijo: "¿Has escuchado esto?". Luego le puso play a una música sorprendente que hablaba de la pobreza, la violencia y el legítimo derecho a salir de esa condena y también a usar buena ropa, a tener una novia linda. Eso que Curtis Jackson, 50 Cent, llama "Power of the dollar".

Vivimos tiempos raros, inquietantes, en los que todo se ha enredado tanto, que ya ni siquiera sabes qué es el dinero o, al menos, quién es el que tiene el dinero. Es en medio de esta crisis que conceptos como riqueza y movilidad social se vuelven, como nunca antes, tremendamente subjetivos. No lo sabrá el propio 50 Cent que, según Forbes, amasa una fortuna que se calcula en 150 millones de dólares. Y, aparte, tiene su propio juego de Play Station y su capítulo en "Los Simpson". ¿Algo más se puede pedir?

Probablemente sí, pero habría que ser muy cínico como para no reconocer que con eso bastaría. Y es por eso, supongo, que el hip-hop y el rap en Chile han comenzado a reinar. Y es por eso, también, que todos queremos una entrada para ver a 50 Cent.