7.8.09

JUICIO A TEVITO



No sé si siempre será tan bueno recordar el pasado. Es lo que me pasa cuando, en el marco de los 40 años que celebra TVN, veo el regreso de Tevito a las pantallas. Estoy de acuerdo: Tevito es historia. Es memoria. Es parte del disco duro nacional. No por nada el gordo quiltro, el pulgoso símbolo de la arrogancia y cinismo de la UP, fue también el primer detenido desaparecido. Bastó que los milicos se tomaran el poder para que, en el acto, quemaran todas las latas en las que aparecía Tevito boxeando, Tevito de Barnabas Collins, Tevito cuequero. Entiendo que sólo se salvó ésa, la más clásica, en la que aparece de chinchinero, golpeteando el viejo logo del canal; con "Charagua", de Víctor Jara, sonando en el telón de fondo. Pobre perro. Pero no por eso hay que ser ingenuos. Y, si es por afecto -Tevito vuelve ahora presentando ese programa franjeado en que TVN revisa su memoria audiovisual- mucho más sentido habría tenido volver a ver al Tata Colores. En lo personal, poco tengo en contra de Tevito. Nunca usaría una polera con su imagen, pero de partida me gusta el nombre. Y siempre me intrigó saber si, en los 70, ya se usaba el concepto de "tevito" para el adicto a la televisión. Ahora, cuando veo a Tevito (originalmente se llamaría Perro Choco, pero el Tío Agustín, de continuidad, lo bautizó Tevito) no es precisamente simpatía lo que aflora.

¿Qué tenían en la cabeza los ejecutivos de aquella época?

Cómo, si en el mundo hace rato existía Bambi y Walt Disney, alguien podía creer que un perro así podría causar simpatía entre los niños. Yo era niño entonces. No tenía ideas políticas. Y, la dura, jamás se me habría ocurrido pedirle a mi mamá que me regalara un póster de Tevito. Que lo vendían.

En "Animal Nocturno", ante la pregunta de quién fue el primer chileno en pisar la cumbre del Everest, el Dr. Purto no sólo no respondió sino que tuvo la desfachatez de decir que llegó junto a Jordan. Es verdad. Pero no dijo que, antes que ello, llegó García-Huidobro. Lo cuento para recalcar que es bueno apelar a la memoria, porque hay emotividad, pero también historia.

TVN cumple 40 años. Chile está a un paso del Bicentenario. Y, la verdad, la televisión pública sigue al debe con un programa en el que no sólo se muestren imágenes del recuerdo sino que se debata en torno a esas imágenes. Y, entonces, no sólo se observen sino que también se cuestionen. Quizás recién entonces se cumpla eso de que TVN es el canal de "todos los chilenos". Incluidos (lo aclaro: no es mi caso) los que podrían sentirse insultados por el bueno de Tevito. Un amor, cierto. Pero, quizás, también una carga. Otra historia.