1.11.08

"TUTTI FRUTTI" LA SENSACION DEL MOMENTO


Son cerca de las once de la noche en el Teatro Bellavista y hay cola para comprar entradas del nuevo show-espectáculo-circo-ensayo social de David y Fernando Quintana, los hermanos que llegaron desde Argentina para refrescar y contagiar con su deschavetado humor las tablas locales.

No todos logran el cometido. El teatro es chico. Y la demanda es alta. La obra está a tablero vuelto. Y razones sobran: el humor que hace falta en programas como "El club de la comedia" sobra en este trabajo, donde en vez de retorcido humor negro hay risas francas, sano humor rosa. Es "Priscilla, la reina del desierto" en versión chileno-che.

Se apagan las luces. Suena un clásico de ABBA. Entra a escena un par de preciosuras que interpreta un hit de los suecos. Segundos después Los Quintana; travestis que, en tono clown, no dan con el sexy registro. Es un camino en el que no hay norte, ni guión; "Tutti frutti" no se trata de nada. Son estampitas que hacen gorgoritos en la memoria colectiva. Especialmente del registro ochentero.

Comienzas a reírte de la moral Llame Ya, de las chicas descafeinadas que leen el tiempo, de los clichés del cine y las teleseries, de la sensibilidad latina que obliga a que el público presente termine tarareando "él me dijo que me amaba y no era verdad, él me mintió". "Tutti frutti" es como el Circo Timoteo Light, filo ABC1, en versión "Tolerancia cero". El público engancha con un trabajo que no sólo es profesional en su ritmo y precisión, sino que abre el espacio para que a Santiago regrese la Gran Noche; la de plumas y vedettes, sin la moral mula de Marlenes, Kenitas y Pamelas. Un espectáculo varieté con humor directo, sin caretas intelectuales. Hacía tiempo que en Santiago no era posible ver una obra exenta de poses y manierismos.

En hora buena: tenía que llegar un par de payasos travestis, bien freaks, bien bizarros, para lograrlo.

1 comentario:

paradise_is_lost dijo...

jajaj muy buena imagen me gustaria ver eso ^^

salu2 suerte