9.3.09

DEFENSA DE EDMUNDO



Como todos, fui testigo hace unos días del fuerte temporal que se dejó caer en la vida de Edmundo Varas. También de la condena mediática transmitida por todos los noticiarios de Chile.

Raro: un tipo que se suponía perdido, completamente a la deriva, de pronto no sólo figuraba en la portada de la mayoría de los diarios del país sino que además la prensa lo deseaba, lo buscaba, lo perseguía. Eso mientras los opinólogos insistían en que los ex "chicos reality", una vez fuera de sus programas, quedaban sin vida.

Cierto, pero no como a estos señores les hubiera gustado que sucediera. Las cosas ya no pasan de esa manera.Se sabe: hace ya casi una década, la televisión internacional descubrió que para generar rating no necesitaba de costosas estrellas. Bastaba con gente NN, altamente desechable, losers de la calle dispuestos, por un poco de fama, a sobreexponer sus vidas y abrir sus corazones, mostrando de paso calzones y calzoncillos. Lo que entonces no se sabía es que los NN también podrían llegar a instalarse en el hasta hoy amplio Olimpo de la fama. Y, por lo mismo, desde ahí exigir sus regalías.

Me pasó hace unos meses en los pasillos de Canal 13. Tres, cuatro veces, me topé con Edmundo Varas. No nos conocíamos, pero el tipo siempre fue cordial, movió la cabeza y sonrió como supongo que lo debe haber hecho con todos ahí. El tipo, como todos los que deambulan en esos pasillos, buscaba algo de reconocimiento, un poco de plata, quizás algo de amistad y poco más. Sin embargo, Edmundo era Edmundo y luego lo vimos delirando, hablando bien shiwá, asegurándole a cuanto micrófono le pusieran enfrente que él estaba seguro de quién era Edmundo Varas. De lo que Edmundo Varas no estaba seguro era si el resto sabía quiénes eran ellos. Y lo chistoso es que probablemente no haya respuesta.

¿Enloqueció Edmundo Varas?

Obvio que sí. El punto es que la cosa no acaba ahí: Edmundo Varas fue capaz, casi inconscientemente (aunque no tanto) de interpelar a la industria y, de paso, a la sociedad.

¿Qué vemos cuando vemos?

¿Quiénes somos los que vemos cuando vemos?

Los que están ahí, afuera

¿somos nosotros u otros? ¿Cuál es el verdadero origen de Julita Vial? ¿Quién es más estrella? ¿Edmundo o Julita Vial?

Déjenme. No me toquen. ¡Uds no saben quién soy yo! Apaguen esto, por favor. ¿No? ¿No se puede apagar? Tiempo falta para dimensionar la oscura claridad de este chico reality. Sólo espero que, para entonces, no se haya pegado un tiro. Es como suelen terminar las buenas historias en el espectáculo.

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