17.12.08

EL MIEDO A LA TELE



Siempre he sido fanático de lo extraño y paranormal. No sé si creo en ovnis, pero sí en fantasmas, en casas embrujadas, en fenómenos poltergeist. Es más, capaz que incluso también crea en ovnis. Y cuando digo "creer" no me refiero necesariamente a que piense que uno sí puede sentarse a conversar con espíritus o, pero aún, con 'etés', aunque quién sabe... Sí a que hay algo tan oscuro y enigmático en toda esta imaginería freak que, si reconocemos que bien todo puede ser chantería de cuarto nivel, al menos es tan divertida que, bueno, tal vez lo mejor sea creer. Creer como sinónimo de querer ver.

Claro que todo cambia cuando ves programas como "Ellos", de Mega, y entonces te enteras por los diarios que el bueno de Nachito sufrió de crisis de pánico, de miedo a lo desconocido, de no sé qué. Entonces dices: ja, por favor, a otro perro con ese hueso. ¿Uno es tonto o qué? ¿Cómo no te vas a dar cuenta que el bueno de Nachito está actuando o, bueno ya, reconociendo el derecho a la duda, al menos sobreactuando, haciendo alharaca, todo para que el programa tenga más rating?

Ojo: no dudo del programa de Petaccia. Menos ahora que también creo en Petaccia (como creo en los marcianos). Es más, lo reconozco, hasta me da cargo de conciencia haberlo tratado tan, pero tan mal, alguna vez. Lo siento Petaccia. En serio. Tampoco dudo del hotel de Iquique donde ocurrirían cosas extrañas. Sí dudo, y como nunca antes, de la forma que siempre encuentra la tele para enfrentar este tipo de cosas. Me explico: si vamos a ironizar (¿qué otra cosa hacer con este tipo de temas?) por qué no quedarse, no sé, en la línea Scooby Doo. Al menos es más honesto. Lo otro es, de verdad, investigar. Luego asumir la ignorancia, la duda o la certeza. Y ojo que, no yendo muy lejos, yo mismo –en Alfombra Roja– hablo de estas cosas cada miércoles, cada semana. Y sé que funciona. Funciona increíble. La fórmula no la inventé yo: la tele es mucho mejor cada vez que logra dar miedo. El gran peligro es pasarse de barsa.

Rebobino: estaba sorprendido, curioso, con el nuevo reality de Carlos Pinto y Nicolás Quesille, eso hasta que me di cuenta que está copiado de un programa del cable. Ahí dije buuu... Qué fome.
Resumen: es cierto que a los ejecutivos de la tele les encanta clonar y copiar, pero –como ya lo dije– esto del miedo merece originalidad y más imaginación. Aparte, siendo sinceros, ¿hay algo que de más miedo que todas las mentiras que dan en la tele? Es más, para ser francos, hasta podríamos decir que hasta dan más miedo los no fantasmas que los fantasmas. Lo raro es que todos terminan justamente en eso. En fantasmas. Y eso no da miedo. Da risa. Una pena porque el miedo es incluso mejor.

No hay comentarios.: