10.12.08

¿ EN QUE MOMENTO SE JODIO FARKAS ?


No sé en qué momento me fasciné con Farkas. Tampoco cuándo comencé a sospechar de él. Sí sé que, en cuanto vi por primera vez su chasca, su onda, su cumpleaños con los de KC, dije wow, de dónde salió este ET. El punto es que ahora también veo su fragilidad, su torpeza mediática, la inminente posibilidad de que se transforme en villano. O no villano, pero sí una rareza, un conversador de estelar. Poco y nada más.

Para qué mentir: Farkas, el bizarro Farkas, siempre me encantó. Tanto que hasta hace poco le mandaba mails para escribir su biografía. Un libro de rápida lectura para el verano: "Yo, Leonardo. Memorias de un millonario freak". O algo así. Incluso hoy lo llamé a su celular. Pero cri, cri. Una lástima. La historia parece buena. También el sueño que encarna; eso de que todos, hasta el tipo con el pelo más raro, tiene derecho a ser millonario.

Todo bien con Farkas hasta que se chacreó. Antes al menos había misterio. También esperanza: la esperanza de que los ricos no sólo pueden ser buenos chatos, también atípicos, incluso informales y generosos. Pero hoy la cosa es más compleja. Tanto que, medio en serio, medio en broma, unos días atrás alguien me preguntaba: "¿Y no será que Enrique Correa o Eugenio Tironi están detrás del fenómeno Farkas, un arma de la Concertación para debilitar a Piñera?". Jajajaja.


Días atrás también, a una amiga que tiene el pelo como Farkas y sigue siendo su fan, le pregunté "¿Y por qué sale tanto?" "Es que él es así. Lo hace para divertirse", dijo mi amiga.

Llegamos entonces al meollo del asunto: si entendemos a Farkas como un chiste, una broma en el plano Condorfarkas, genial, divertido. Grande Farkas. El punto es cuando tratamos de tomarlo en serio. O, no sé si en serio, pero sí al menos como un líder, un referente de una nueva "clase" de rico. Más ahora que hasta Don Francisco se pregunta qué posibilidades tiene el mundo de acceder a la "filantropía del éxito". Eso, obvio, en un mundo en crisis donde hasta el dinero acaba de dejar de ser lo que era.

Soy, en resumen, de los que piensan que Farkas está mal asesorado. Iba bien, pero de pronto lo perdimos. Tanto que ahora sería más fácil verlo en el "Show del Edo" que en un congreso sobre dinero y nuevas tecnologías. Para qué hablar de un teatro. O un cine. A propósito, ¿por qué a los ricos en Chile siempre se les admira por el grosor de su billetera y no por su legado social?

¿Se jodió Farkas para siempre?


Yo creo que si no absolutamente, casi. Es más, si no desaparece un rato, está claro que incluso si existiera un libro nadie lo querría leer. Sí, obvio, dar una vuelta en su Rolls Royce. El fracaso también brilla en lo kitsch.

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